y te das cuenta que vas creciendo de repente cuando alguien te menciona que tiene que conocerte de nuevo, pero tú, tú siempre te has sentido que ya creciste.
y conoces un nuevo amor, y las luces de la ciudad te parecen hermosas,
el olor a lluvia es diferente cada vez dependiendo de si hueles la tierra, el pasto, o el calor.
Comienzas a tomar decisiones, y a solucionar problemas,
y sientes que ya creciste otra vez,
aunque tus mayores siempre creerán que tienes cinco y necesitan tomar decisiones por ti.
y la vida no pasa en un minuto, pasa en dos.
en cuando te decides y cuando actúas, que son dos momentos diferentes y paralelos en tu existencia.
y primero sientes que quieres correr hasta que se te explote el corazón,
reduciendo tus dos minutos a medio minuto. y ya, se acabó.
y después tienes la opción de sufrir y sentir que tus dos minutos son como un milenio, y estás listo para morir, pero parece que la vida te juega sucio y te quiere dejar sufrir un poco más. que divertido.
y mi vida de dos minutos la quiero solo en uno. morirme a los sesenta y algo, temprano, y haber corrido,vivido, pero solo media vida, para que cuando reencarne, tenga vida y media que recorrer.
Poema por Lei González
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